¿4.600 millones de más triquiñuelas?
El valiente
periodista José Gustavo Hernández Castaño nos recordaba que Voltaire escribió
que “la política es el camino para que los hombres sin principios puedan
dirigir a los hombres sin memoria”, en un artículo del pasado 12 de agosto que
denominó “En tiempos de Campaña política, los edificios oficiales convertidos
en directorios”.
Ya nadie se
escandaliza por la participación directa del gobernador ante los directorios de
los partidos para promover un aval en favor de Juan Miguel Galvis. Ese es el
candidato de Roberto Jairo ahora bañado en popularidad por haber firmado la
carta de reclamo de los gobernadores al gobierno nacional por el deterioro de
la seguridad en todo el país. También hablan los periodistas con toda
naturalidad de James Padilla García como candidato del alcalde y de un señor
apodado Toto, que parece tener la ubicuidad de dios porque también tiene a Jorge
Ricardo Parra como candidato a la gobernación. Un dueto al que le dicen “papa
de Toto”. Como dice Gustavo Hernández, los edificios convertidos en sede de
campañas.
La Revista Semana
publicó una noticia sobre Odebrecht en la que relaciona los sobornos que esa
empresa entregó a candidatos y políticos para conseguir contratos y afirma: “Se
consolidó una empresa criminal paralela que logró esa adjudicación… El
entramado delincuencial tenía tres fases: conseguir los megacontratos,
modificar el objeto de contrato y, para ello, cancelar dádivas…”
Poniendo el ojo
en la alcaldía, hay un movimiento muy curioso: El 9 de junio de 2023 se radicó
una carta firmada por la secretaria de infraestructura Claudia Milena Arenas
dirigida a Beatriz Rodríguez del departamento jurídico en la que solicitaba una
adición al contrato 014 de 2022, el famoso “proyecto vial Avenida 19 norte
tramo II” por la bicoca de $4.600 millones de pesos con el argumento de incluir
unas obras no previstas en el contrato original. Según la solicitud, se
descacharon en 43 ítems y se les olvidaron 4 que sumados o restados, suman los
$4.600 millones que piden. ¿No se demoró esta administración más de un año para
recibir dizque estudios y diseños? ¿Así les quedaron de mal hechos? ¿Quién
responde? ¿Descuidos? ¿Casualidades? ¿Un plan ya establecido para que pase de
agache un torcido? ¿Triquiñuelas conocidas? ¿Estarán financiando las campañas?
¿Se aplicará la
expresión de la Revista Semana en Armenia? ¿Será que las empresas de ingeniería
tienen ahora más abogados que ingenieros y que el truco de las adiciones y los
olvidos ya se mira también como una cosa normal?
El Concejo
Municipal debe actuar en el control político y atención Armenia con nuestro
erario, con nuestros presupuestos, no vaya a ser que la “papa de Toto” se vaya
a reelegir con nuestros recursos.
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