Saturday, May 27, 2023

¿Por qué no hay trabajadores en el campo?

 


Con frecuencia oímos quejas de cultivadores de café, de naranja, de palma, sobre la escasez de personal. Hace poco el destacado líder cafetero Faber Buitrago se lamentaba porque “nuestros operarios del campo están en vía de extinción” y otro añoraba la presencia de trabajadores venezolanos.

Recientemente las noticias anunciaban que la cosecha de racimos de palma de aceite en Malasia se estaba perdiendo porque no llegaban obreros extranjeros procedentes de Myanmar y Bangladesh. También circulan promociones para trabajar en las zonas rurales de España, en las de Canadá y hasta en Estados Unidos las autoridades fronterizas se hacen los de la vista gorda en ciertas épocas a solicitud de los cultivadores de California o de Texas.

La primera conclusión es que la migración del campo a la ciudad es una tendencia mundial porque las personas se han hecho al espejismo de ver en las zonas urbanas la posibilidad de conseguir sus sueños. La segunda es que los trabajos agrícolas ya no atraen. La rotación en las empresas formales es altísima, reflejo de un mensaje de insatisfacción. En muchas zonas cafeteras el trabajo lo hacen ancianos y mujeres que llegan a las fincas acompañadas de sus hijos porque no tienen quién los cuide. El cuadro evoca obras de épocas que creíamos superadas como el Londres de la era victoriana que relata “Oliver Twist” de Dickens o “Los Miserables” de Víctor Hugo en el París de principios del siglo XIX

La juventud tiene objetivos aspiracionales diferentes a trabajar expuestos al sol y al agua, a veces por un jornal miserable, con un esfuerzo material considerable, sometidos en ocasiones a escaseces en la comida, en la dormida y a transporte precario. Unos pocos tienen la suerte de acceder a empresas formales pero tampoco se sienten satisfechos. La formalidad no parece atractiva para ellos.

Con fácil acceso a internet, los deportistas tienen el espejo de James Rodríguez, los artistas el de Shakira, otros quieren ser influenciadores para conseguir fama y dinero. Hasta el ser webcamer es una profesión de la que se habla con desparpajo. Toda una transformación.

Debemos mirar hacia adentro y buscar las causas de lo que pasa: Mejorar sustancialmente los ingresos de los trabajadores, darles conectividad, generar alternativas decorosas de vivienda rural con servicios públicos suficientes y estables, revelar oportunidades de progreso y ascensos de carrera, fomentar el aprecio por la vida cercana a la naturaleza, incentivar los deportes, el buen uso del tiempo libre, promover escenarios familiares, educación de calidad, seguridad social plena con fácil acceso a la salud y cobertura sobre accidentes de trabajo y pensiones, capacitación en oficios, buen trato. Quién sabe cuántas cosas más.

Hacer sexi el trabajo en el campo, un gran reto.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home