• Un cordial saludo a todos los presentes en la octava versión del Congreso Empresarial Colombiano. A los miembros del gobierno nacional y a las autoridades; al presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, a mis compañeros de la Junta de Dirección Nacional y especialmente a los destacados empresarios que por décadas han generado valor y bienestar social a través de un tejido empresarial que cierra brechas y construye futuro.
● Quisiera, para abrir esta presentación, invitarlos a hacer un viaje en el tiempo. Les pido que regresemos a mayo del 2021 y nos ubiquemos en la ciudad de Cali. Estábamos en pleno paro nacional, al borde del conflicto civil. Cali estaba totalmente bloqueada, sin combustible, con los bancos y el comercio vandalizados. El 60% de las estaciones del sistema de transporte masivo destruidas, hoteles incendiados, escasez de alimento y como si fuera poco en medio del pico de la pandemia. Vivíamos un caos impensable y angustiante.
● En términos prácticos, el diálogo constructivo era impensable, y las redes sociales agudizaban esta polarización: era la izquierda vs la derecha, los ricos vs los pobres, los explotadores vs los explotados, la clase dirigente vs los ninis. Que fácil es Juzgar a quienes consideramos que piensan diferente.
● Los empresarios de Cali nos atrevimos a dar un paso difícil pero importante. Nos sentamos a escuchar a los jóvenes: a escuchar para entender y no para responder.
● Fueron conversaciones duras, cargadas de rabia y resentimiento. Sin embargo, valieron la pena. Nos ofrecieron perspectiva. Gracias a estos espacios de diálogo, donde participábamos empresarios de todos los tamaños, logramos entender mejor a los jóvenes y sus reclamaciones que eran en su mayoría legitimas. Nos hablaron de falta de educación y de empleo. También de hambre y abandono. En general nos pedían oportunidades.
● A raíz de este ejercicio, nace la iniciativa Compromiso Valle como una respuesta a este llamado social. Más de 450 empresas y gremios como la ANDI, ProPacífico, la Cámara de Comercio y varias fundaciones empresariales unimos esfuerzos para encontrar oportunidades y soluciones.
● Hoy, después de dos años de trabajo, con esa misma constancia con la que iniciamos, hemos conseguido resultados muy positivos:
o 2.500 jóvenes de altísimos niveles de vulnerabilidad han sido contratados por diferentes empresas vallecaucanas,
o +8.000 jóvenes que han recibido acompañamiento psicosocial,
o +12.000 emprendimientos apoyados con capital semilla y formación,
o +180 jóvenes capacitados en liderazgo,
o Y la apertura de +100 comedores comunitarios y +35 huertas urbanas
● Pero lo más importante, aprendimos que el activo más valioso que tenemos hoy es la construcción de confianza.
● Pasamos de tener jóvenes encapuchados que no nos miraban a los ojos, a tener un ejército de emprendedores,
o pasamos de la confrontación en las calles a la construcción de las ideas.
o Los jóvenes que antes, equivocadamente, muchos consideraban un problema ahora lideran una parte importante de los programas que creamos para ellos mismos en Compromiso Valle.
● Y, ¿por qué menciono esto? porque hoy, como país, vivimos una crisis de confianza. Los colombianos no confían en prácticamente nadie. Según la última encuesta de Invamer, un altísimo porcentaje de colombianos tiene una imagen desfavorable del congreso, del sistema judicial, partidos políticos, redes sociales, medios de comunicación… que se resume en que el 69% cree que las cosas en Colombia están empeorando.
● Sin embargo, hay una institución a la que los colombianos le siguen creyendo. La última encuesta de Edelman Trust Barometer 2023 revela que en Colombia la única institución confiable son las empresas, muy por encima de ONGs, el gobierno y los medios de comunicación.
• Las empresas gozan de alta credibilidad porque han actuado a la altura de las circunstancias, porque han sido consistentes, porque se han convertido en una fuente generadora de las oportunidades que tanto reclama la sociedad más vulnerable. Necesitamos seguir creciendo ese activo mágico de la confianza y para lograrlo hay que tener más iniciativa y menos ideología.
• En el último informe del PNUD sobre percepciones y bienestar subjetivo en Colombia, se concluyó que: “la gran desconfianza en Colombia puede ser uno de los factores que crean un círculo vicioso entre la desigualdad y la baja productividad”.
• Tenemos que romper ese círculo vicioso de polarización, desconfianza y desigualdad; ejemplos a pequeña escala como Compromiso Valle, son la demostración de lo que se puede lograr si hay voluntad de sentarse a entender y proponer.
● En ese sentido, desde la ANDI siempre respaldaremos iniciativas de reforma que mejoren las condiciones sociales. Las reformas que plantea el gobierno son necesarias. Sin embargo, deben concebirse para mejorar la calidad de vida de los colombianos y generar verdadera equidad; en la ANDI:
o abogamos por una educación de mejor calidad,
o por un mejor sistema de salud,
o por un sistema de pensiones más equitativo,
o por brindar más oportunidades de empleo,
o y, sobre todo, por reducir el alto nivel de informalidad laboral.
● Necesitamos construir sobre lo construido sin negar los avances que ya tenemos. Necesitamos el camino de la concertación y el dialogo. Cuando tomamos esa dirección los resultados se ven. Basta ver dos ejemplos recientes: el aumento del salario mínimo el año pasado (un trabajo consensuado) y, segundo, la coordinación que se está viendo hoy entre ganaderos, propietarios de tierra y el Ministerio de Agricultura.
● Todos queremos lo mismo. Queremos que a Colombia le vaya bien. Queremos un país donde haya más equidad, menos pobreza, menos desigualdad y más oportunidades.
• En la instalación del CEC el año pasado, mi colega Carlos Ignacio Gallego, fue tajante en afirmar que no hay desarrollo sin empresas; mencionó:
o “todos los días, millones de empresarios en el campo o en las ciudades, pequeños y grandes, contribuyen al desarrollo del país con su gestión; ese desarrollo dependerá de qué tan bien nos articulemos, nos comuniquemos y cooperemos para ese gran ecosistema que se llama Colombia”.
● En este mismo escenario, hace un año, el presidente Gustavo Petro planteó el concepto de las “misiones público-privadas” y dio varios ejemplos. Abro comillas:
o “tenemos que trabajar en una misión para acabar con el hambre, una misión público-privada. (…) para eso tenemos que hablar, hacer mesas, plantear un diálogo social”.
● Después de un año, lamentablemente, como país no hemos podido avanzar en esa articulación, en los temas urgentes y nos hemos enfrascado en discusiones y señalamientos. No podemos perder más tiempo escuchando discursos que radicalicen, nos polaricen aún más y nos lleven a la inacción.
● Las empresas y los empresarios estamos llamados a seguir creyendo en Colombia, seguir creyendo en nuestras instituciones. Como menciona nuestro presidente, el doctor Bruce Mac Master: es el momento de arropar la institucionalidad, confiar en su transparencia y objetividad.
● Una de las lecciones más valiosas de Compromiso Valle es comprender que no somos tan diferentes como pensamos. Los colombianos, aunque tengamos condiciones sociales distintas, aunque habitemos extremos políticos alejados –insisto– todos queremos lo mismo. Queremos que Colombia sea un mejor país.
● Capitalicemos ese activo tan valioso que es la confianza. Trabajemos, como el mismo presidente lo ha mencionado varias veces, en ese gran acuerdo nacional que reduzca la desigualdad y logre la verdadera paz social. Un acuerdo nacional que empiece por reconocernos en el marco de la diferencia y que construya la confianza… que lo hará viable.
● En la fuerza empresarial descansa el verdadero motor del crecimiento económico, del empleo y del progreso. Por eso, la invitación, como expresa el tema central del octavo Congreso Empresarial Colombiano, es unirnos a esa agenda de crecimiento por el país que soñamos
Labels: Aprendizajes y ejemplos