¿Revocaroria? ¡No! 210115
Por Luis Fernando Jaramillo Arias
No faltan razones para pensar que la revocatoria del alcalde sería una solución para Armenia. José Manuel es mentiroso, comprometido en las tinieblas, pésimo ejecutor, inepto, pero buen trapecista. Podría pararse en los semáforos a mostrarnos la capacidad de la que ha hecho gala al pasarse del partido liberal al de la U, de allí a un Grupo Significativo de Ciudadanos para terminar como militante del partido MAIS. ¡Qué falta de consistencia ideológica! ¡Qué ciudadanía tan olvidadiza! Se le reprochan actuaciones para cumplir deudas de campaña, incumplimiento del programa de gobierno, nombramientos de personajes oriundos de otros lugares, contratos mal hechos, decisiones erráticas, ceguera total. Nunca ha tenido voluntad de servir a la ciudad.
Quienes se empeñaron en revocar a Ríos deberían pensar en las
consecuencias que se desencadenan de ese acto.
Si triunfa la revocatoria, mientras se producen las
elecciones de nuevo alcalde tendríamos un encargado por el gobernador que ya
demostró durante la suspensión de Ríos la incapacidad que tiene para generar este
reemplazo porque también está comprometido hasta las narices con las castas
políticas que tenemos que derrotar en el Quindío. ¿Otro Jorge Fernando Ospina Gómez
aliado con algunos concejales tratando de meterle más goles a la ciudad? ¿Otra Claudia
Milena Rivera Arévalo esperando un puesto en el ICBF? Y si no se alcanzan a
hacer las elecciones atípicas para la selección del nuevo alcalde; ¿Otro orate del
Partido MAIS? ¿Alguien peor que Oscar Castellanos? ¿Vemos eso justo con nuestra
ciudad?
Hagamos cuentas: Primero se tendrían que conseguir por lo menos 8.740 firmas[1]. Después, se haría una votación en la que se tendría que lograr una mayoría con mínimo 23.933 ciudadanos[2] con una participación total de al menos 47.864[3]. ¿En qué forma se obtendrán las firmas? ¿Cómo se logrará esa movilización? ¿Quién asumirá los costos?
Conseguir estas cifras aún con el hastío que puede estar causando el desempeño del alcalde no es fácil. Y si no lo logran revocar, Ríos saldría fortalecido como salió fortalecido por un reintegro, no porque la Procuraduría lo hubiera exonerado sino porque lo notificaron de manera indebida y extemporánea. El paso de tortuga con uno adelante y otro atrás es la velocidad de los entes de control, José Manuel seguiría a empellones en la alcaldía y la burla con la ciudad continuaría.
Con la iniciativa de la revocatoria del Alcalde de Armenia
no se producirán beneficios para la sociedad y “el remedio será peor que la
enfermedad”.
[1]
Según la ley electoral todavía vigente se deben allegar firmas por lo menos por
el treinta por ciento (30%) de los votos obtenidos por el actual alcalde que
consiguió 29.131
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