Saturday, August 15, 2020

Hablemos de ECOSNOMÍA (Así como suena) 200815

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

El tiempo de pandemia ha puesto de moda una disyuntiva; ¿Se privilegia la vida ó se privilegia la salud económica? A eso se han enfrentado los gobernantes del mundo y el resultado no es contundente. A la fecha Colombia, por ejemplo, siendo el país número 29 en población del mundo con 51 millones de habitantes, es el 8 en contagios con 445 mil casos. Nuestra economía caerá un 5,5%, mientras la de Estados Unidos lo hará en 8%, Cuba en 8% y Venezuela en 26%[1]  

Podríamos dividir hoy los sectores productivos en extractivos y sostenibles. En los primeros están los que explotan recursos del planeta que no son renovables, como los mineros, o que tienen acceso colectivo, caso del agua, del aire, de la riqueza marina en los mares internacionales o de los recursos de la selva.

Hasta ahora no se ha conocido una mejor manera de asignar los recursos que el tradicional método de formación de precios mediante el equilibrio entre oferta y demanda en el sistema de libre mercado porque cuando se ha intentado una planificación central que se ha demostrado que es desastrosa. Solo hay que mirar a Cuba o a Venezuela.

Pero; ¿Cómo estimar el precio del aire? ¿O del agua? ¿O de un árbol que se tala en la selva amazónica? ¿O de los metales preciosos o el petróleo que se formaron con la evolución del globo durante millones de años? ¿Con qué derecho y a qué costo esta generación se está gastando estos recursos por ejemplo en el uso de transporte unipersonal, privando de ellos las generaciones que vienen? Estos productos tienen una oferta limitada y finita, y el sistema económico que nos rige los trata como si tal oferta fuera ilimitada e infinita.

El mundo necesita reflexionar sobre estos temas. Se trata de equidad con los que vienen y de un asunto que, si no se resuelve a tiempo, pondrá en duda la posibilidad de pervivencia de la especie humana. Este es el verdadero problema. La disyuntiva entre vida y economía no es sino el semáforo de alarma.

Tenemos que pensar en algo creativo. Se trata de lo que yo llamaría ecología-economía o Ecosnomía, un pensamiento que arranca de la realidad de la limitación en los recursos de la tierra. Tenemos que hacer desarrollo y libre empresa en alianza con la naturaleza. Sobre estos temas ya han hecho incursiones Merkel, el papa Francisco y otros, y creo que allí hay un sendero de vida para el planeta y sus habitantes.



[1] Datos más frecuentes consultados en fuentes CEPAL, Banco Mundial BM y Fondo Monetario Internacional FMI

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