IMPORTACIONES DE ACEITE

Siempre me  esfuerzo por mirar más las noticias buenas que las malas. Me saturo fácilmente de las que son repetitivas y merecen reenvíos sin fin de los usuarios de Whatsapp. Ayer fue un día pesado: Noticias repetidas del coronavirus, problemas en la economía, aumento del número de muertos, actuaciones agresivas de los bandidos en Tumaco. Pero hay una que me lastimó más que las otras porque es causada por empresarios colombianos. La tal noticia es que EN EL PRIMER TRIMESTRE DE 2020 HAN IMPORTADO, PRINCIPALMENTE EMPRESARIOS PALMEROS, SESENTA Y UN MIL TONELADAS DE ACEITE PALMA.

Los palmicultores nacionales estamos preparando planes de contingencia, buscando alternativas previendo una caída de la demanda, temerosos de que perdamos en pocos días, el pico de cosecha por falta de tanques para almacenar el CPO.

Los productores de biodiésel han solicitado aumentos en la mezcla de por lo menos dos puntos para recuperar la baja en el volumen previsto vender, por la caída en la demanda de transportes. 20 mil toneladas de promedio mensual importado equivaldrían en condiciones normales a subir del 10% al 14% en la mezcla de biodiésel. ¿Se imaginan el esfuerzo para lograr que el gobierno apruebe esa mezcla?

Quiero no pensar que hay en Colombia empresarios que no trabajan por el país sino en su propio beneficio. Me hago el símil de un huésped en un buque que cree que mientras el barco hace agua, él solo piensa en la comodidad de su camarote. No es ese el empresariado ético que yo conozco.

Aspiro a contar con la sindéresis de los colegas parando de un tajo la importación de aceites y grasas, con la firmeza del gobierno para proteger las empresas y la mano de obra del país, PROHIBIENDO TEMPORALMENTE LAS IMPORTACIONES DE ACEITE DE PALMA y con la inteligencia de los miembros del Comité de los Fondos Palmeros para que logren una reglamentación que IMPIDA QUE CIERTOS GRUPOS EXPORTEN ACEITE OBTENGAN COMPENSACIÓN Y, SIMULTÁNEAMENTE, IMPORTEN DEL MISMO TIPO DE ACEITE SIN CESIÓN, con lo cual nos sacan el dinero del bolsillo a los demás palmicultores. Las reglas de juego están mal diseñadas.

La única forma de salir adelante es remando juntos y para el mismo lado.

Luis Fernando Jaramillo Arias, abril 4 de 2020