Cuando trabaje para una empresa...
Amigo colaborador:
Quiero señalarle cuatro puntos que considero básicos para usted y para la empresa, cuatro fundamentos esenciales para su progreso al interior de la misma:
1. No se limite nunca a ser eficiente en su cargo. Busque siempre la manera de mejorarlo y de mejorar a las personas que trabajan con usted. La empresa engancha personas con capacidad de trabajo y disciplina mental desarrolladas a través de una formación, de unos estudios o de una experiencia, condiciones importantes para permitir, no solamente un buen rendimiento en las labores cotidianas, sino además un progreso permanente en los distintos frentes de acción, progreso que requiere inteligencia, voluntad e imaginación.
2. En cualquier posición que ocupe, actué y trabaje por crear y transmitir una imagen adecuada de la empresa. Usted la representará mientras esté con nosotros. A través suyo muchas personas, directa o indirectamente, en muchos momentos de su trayectoria, estarán formándose una opinión de la institución. Esta, en últimas, no es otra cosa que aquello que sus gentes hacen de ella.
3. En todo momento de su trabajo actué buscando el mayor provecho económico para la empresa. La creación de riqueza es un objetivo básico de la economía libre para el mejoramiento colectivo e individual. La suma de los aportes personales constituye el aporte que hacemos a ese mejoramiento. La realización económica es, no solamente un objetivo de la institución, sino además un deber de la misma como eslabón importante en nuestra sociedad. Cualquier cargo permite, en forma directa o indirecta, incrementar los ingresos o reducir los egresos, contribuyendo así a un proyecto económico que no nace únicamente en los sectores más directamente en contacto con la producción de utilidades.
4. Sobre todo, sea siempre leal y honesto en el más amplio sentido de estas palabras. Séalo con la empresa, con sus compañeros de trabajo y con sus subordinados y séalo con usted mismo. Nadie ni nada podrán mejorar lo que usted quiera ser.
Cordialmente
El empresario
(adaptación de la carta que el presidente del Banco de Bogotá, Jorge Mejía Salazar, dirigía a sus nuevos empleados por el año de 1.969)
Quiero señalarle cuatro puntos que considero básicos para usted y para la empresa, cuatro fundamentos esenciales para su progreso al interior de la misma:
1. No se limite nunca a ser eficiente en su cargo. Busque siempre la manera de mejorarlo y de mejorar a las personas que trabajan con usted. La empresa engancha personas con capacidad de trabajo y disciplina mental desarrolladas a través de una formación, de unos estudios o de una experiencia, condiciones importantes para permitir, no solamente un buen rendimiento en las labores cotidianas, sino además un progreso permanente en los distintos frentes de acción, progreso que requiere inteligencia, voluntad e imaginación.
2. En cualquier posición que ocupe, actué y trabaje por crear y transmitir una imagen adecuada de la empresa. Usted la representará mientras esté con nosotros. A través suyo muchas personas, directa o indirectamente, en muchos momentos de su trayectoria, estarán formándose una opinión de la institución. Esta, en últimas, no es otra cosa que aquello que sus gentes hacen de ella.
3. En todo momento de su trabajo actué buscando el mayor provecho económico para la empresa. La creación de riqueza es un objetivo básico de la economía libre para el mejoramiento colectivo e individual. La suma de los aportes personales constituye el aporte que hacemos a ese mejoramiento. La realización económica es, no solamente un objetivo de la institución, sino además un deber de la misma como eslabón importante en nuestra sociedad. Cualquier cargo permite, en forma directa o indirecta, incrementar los ingresos o reducir los egresos, contribuyendo así a un proyecto económico que no nace únicamente en los sectores más directamente en contacto con la producción de utilidades.
4. Sobre todo, sea siempre leal y honesto en el más amplio sentido de estas palabras. Séalo con la empresa, con sus compañeros de trabajo y con sus subordinados y séalo con usted mismo. Nadie ni nada podrán mejorar lo que usted quiera ser.
Cordialmente
El empresario
(adaptación de la carta que el presidente del Banco de Bogotá, Jorge Mejía Salazar, dirigía a sus nuevos empleados por el año de 1.969)
Labels: Aprendizajes y ejemplos
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