Saturday, October 02, 2021

¡A cumplir! 211002

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

La mesa servida, los cafés humeando, el ambiente movido. Pachito insistía: Los cafeteros no tienen por qué entregar el café que vendieron a futuro a $80, $90 o $100 mil pesos. Hoy se está vendiendo la arroba a $189.000 y no es justo que se pierda esa diferencia. Los señores de Dignidad Cafetera están invitando a que no se cumplan estos negocios, hechos por culpa de la Federación. ¿Por culpa de quién? Preguntó Lucho. Las cooperativas ofrecieron el negocio el año pasado dizque para asegurar los precios y mire lo que está pasando: Se aseguraron los precios bajos, contestó Pachito y por eso yo digo: “Para el mamón no hay ley”

Diógenes los observaba con atención y lanzó su discurso. No se equivoque Pachito; los negocios son para cumplirlos. Le aseguro que si el precio internacional diera para que la liquidación fuera de $70 mil pesos, habría colas entregando el café. Los colombianos nos hemos estado acostumbrando a amnistías, a perdón a deudores, a incumplimiento en los pagos y todos tan tranquilos. La moda es echarle la culpa a otro y justificar las acciones propias.

Recuerde mi querido Pachito que si no existe confianza, si la palabra no se cumple, si la sociedad se compone de mentirosos, nadie va a confiar en nadie, no se van a poder hacer negocios, no vamos a poder salir adelante. ¡Cumplir la palabra merece darse la pela!

Ayer decía mi amigo Fabián Torres el de Café Morelia, un hombre luchador y cumplidor: “Fuimos nosotros mismos quienes hicimos la venta, nadie nos obligó; la responsabilidad no es de la Federación”.

La lógica del secuestrador es amenazar la familia del secuestrado, mandar notas infames y decirles que la vida de su ser querido, en manos de esos bandidos, depende del cumplimiento de sus exigencias; que si algo le pasa es por culpa de quienes lo están esperando en el hogar. Cambiar la lógica de las cosas, prometer lo que no se puede cumplir, creer populismo barato, echarle la culpa al otro, son las trampas en las que no podemos caer, sentenció Diógenes.

Y terminó diciendo: Si tiene la tentación de no cumplir, no caiga en ella, Pacho. Si da su palabra, cumpla para que la gente lo respete. 

Pachito contestó en voz baja: La vida y los amigos enseñan todos los días, gracias Diógenes.


1 Comments:

Blogger Unknown said...

Muy buen articulo.

8:46 AM  

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