Sunday, October 04, 2020

Dormidos en nuestra parroquia 201003

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

En las últimas semanas muchos sucesos han ocupado nuestra atención local: La inauguración del Túnel de La Línea, la detención a la que se ha sometido al expresidente Álvaro Uribe, el retorno del alcalde Ríos a su despacho, la decisión del tribunal administrativo sobre el plan de desarrollo de Armenia, el regreso relativo a la normalidad económica con autorresponsabilidad en el cuidado, el anuncio del contagio de Covid-19 del Presidente Trump en Estados Unidos paralelo al contagio de varios de amigos y personas cercanas.

Todas las noticias anteriores y muchas otras nos han tenido distraídos en el Quindío sobre lo que sucede alrededor del Congreso de la República. Se están cocinando proyectos de ley que, si pasan en la sombra, son muchas las consecuencias que vamos a padecer. Ya hemos asistido al socavamiento paulatino que se le ha venido dando a los conceptos de democracia pluralista que tanto trabajo nos ha dado aclimatar en el país y con tales proyectos seguimos por ese camino.

El pasado 7 de septiembre, el Ministerio de Justicia y del Derecho invitó a un evento en la Universidad Nacional para discutir proyectos entre ellos uno de nuevo código civil que pretende modificar las libertades de los individuos y el derecho de propiedad privada. Con esto se implantaría un nuevo modelo económico.

El 15 de septiembre, la comisión primera de la Cámara aprobó en primer debate un proyecto de acto legislativo propuesto por el representante Juan Carlos Losada Vargas, del partido Liberal, para prohibir las semillas transgénicas[1]. Con esto condenarían la agricultura comercial en el país.

El 28 de septiembre la Comisión Quinta del Senado anunció el primer debate para discutir el proyecto de ley que prohibiría el uso del glifosato en Colombia, presentado por el senador Guillermo García Realpe, también del partido liberal. Con esto eliminarían la posibilidad de controlar las drogas ilícitas.

Estas iniciativas buscan el apoyo de curules conseguidas sin consulta proporcional en las urnas como las de las FARC y las de minorías que son representadas por personas que no pertenecen a ellas. Con esto podrían lograr mayorías por la puerta trasera.

Cada vez más nos queremos parecer a Venezuela sin darnos cuenta de la perversidad de un sistema que, atérrense, es tan fallido que hoy hay tráfico ilegal de combustibles desde Colombia hacia ese país[2]. Y existen testimonios gráficos de las colas en las estaciones de gasolina de Caracas, por la escasez en el suministro en esa capital[3]. Coloquialmente dicho, se están muriendo de hambre con la cabeza metida en un frito. 

El Quindío tiene que hacer presencia nacional, tiene que levantar la cabeza y sacudirse del letargo, tiene que opinar sobre los grandes temas nacionales pero, especialmente, tenemos que defender el sistema democrático de libertades.

[1] La agricultura comercial se ha apoyado en esta técnica de bioingeniería para para proteger cultivos, disminuir costos de producción y aumentar el rendimiento de la cosecha, disminuyendo la presión hacia la tala de bosques. En 2018 en el mundo se cultivaron 191’7 millones de hectáreas de maíz, fríjol soya, colza, algodón, alfalfa, remolacha azucarera, papaya, calabaza, berenjena, papas y manzanas, entre otros, muchos de ellos en Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá, India, Paraguay, China y algunos países europeos.

[2] Denuncia el periódico Portafolio del pasado 9 de septiembre

[3] El video inserto en este artículo de mi blog, obtenido por un buen amigo venezolano que se arriesgó para mandármelo porque está prohibido hacer imágenes en las estaciones de gasolina custodiadas por militares.

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