Friday, July 24, 2020

Partido de los Sapos 200724

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

He estado pensando seriamente en proponer para el Quindío que fundemos el Partido de los Sapos.

Cuesta decir la verdad, pero ella debería ser reina de los valores porque si la persona está comprometida con su búsqueda y su práctica, tendríamos más consistencia en los comportamientos, total confianza, mayor compromiso. Hoy día se oye decir que los que denuncian maleantes o simplemente dicen la verdad son sapos, en términos despectivos. Pero hay que reivindicar el Sapo Veraz; aquel que no tiene mentalidad de quinto patio, donde lo grave no es la existencia del delito sino la existencia del sapo. Por el Sapo Veraz; ¡A la Carga!

Cuesta trabajar mucho y difícil es hacerlo bien. Muchas personas que se destacan y colaboran a sus empresas por encima de lo que estrictamente es su deber, son catalogadas en su grupo de trabajo como sapos o lambones; o aquellos estudiantes que hacen la tarea con excelencia son vituperados por sus compañeros como nerdos o sapos, sin considerar que todos esos aportes no solo enriquecen la persona sino la comunidad. Trabajar es la mejor forma y la más satisfactoria de acumular riqueza y conocimientos; de superarse; de contribuir para que los otros estén mejor. Por eso debemos reivindicar el Sapo Excelente que se esfuerza, que hace las cosas bien, que trabaja más de lo que lo remuneran porque sabe que luego se remunerará mejor con menor esfuerzo. Por el Sapo Excelente; ¡A la Carga!

Cuesta soñar que vamos a vivir mejor. Cuesta imaginar que podremos estar en paz. Cuesta pensar que superaremos la pobreza y las desigualdades. Cuesta creer que en un futuro la gente podrá saber qué son los bienes públicos, porque público es todo lo que nos toca compartir: El aire, el agua, el espacio, el tiempo, el erario, tantas cosas. Si nuestra mentalidad se concentrara en entender que lo público no se puede privatizar, lograríamos mucha justicia y nos embocaríamos por senderos de progreso. Quien se nos cuela en una fila, privatiza desvergonzadamente el tiempo que debemos compartir; quien invade el espacio público se lo apropia con desfachatez; quien contamina nuestro aire o nuestras aguas, cree que son suyas; quien mete la mano a los fondos públicos nos roba. Qué bueno que podamos cambiar de idea para que sintamos que lo público es de todos, en lugar de pensar, como ahora lo hacemos, que lo público es de nadie y por lo tanto nadie lo defiende y muchos se lo apropian. Reivindiquemos el sapo que se embruja con la luna; que cree en patrias mejores; que no se deja llevar por veleidades de poder y mesianismos; que sueña utopías; Por el Sapo Cancionero; ¡A la Carga!

¡A la carga con el partido de los sapos!

Thursday, July 16, 2020

La Pandemia, oportunidad de oro para el sector Agropecuario. Importar o consumir lo nuestro 200716


Por Luis Fernando Jaramillo Arias

“La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre” Cicerón.
“El campo enfeece, empobrece y embrutece; ustedes tienen que ser profesionales de actividades urbanas” José Luis Jaramillo.

Entre estas dos frases se ha desenvuelto mi vida. La primera, pronunciada por un político y filósofo de la era romana; La segunda, dicha por mi papá, un hombre bueno, inteligente, luchador, leal y agricultor por vocación, pero golpeado por la violencia, el individualismo, la falta de Estado y el pésimo mercadeo de los productos del agro.

Colombia no ha logrado tener una política agropecuaria de Estado. El ministerio de agricultura es de segunda categoría frente a los otros ministerios. Entre 1990 y 2020 hemos tenido 19 ministros, con un promedio de 1,5 años por cada uno; durante algunos gobiernos interesados en el sector, han pasado por esa cartera hombres dinámicos, interesantes que han intentado hacer cosas importantes, algo han conseguido y por eso sobrevivimos, pero nuestros gobiernos no han podido convertir en propósitos colectivos la seguridad alimentaria, la seguridad energética y el trabajo nacional.


Ayer en las redes sociales circularon unas fotos que dan cuenta de la oferta por parte del grupo Éxito de mandarinas importadas a $9.920 por kilo y, en contraste, una triste versión de mandarinas cosechadas en nuestro departamento que no se pudieron vender ni siquiera a $120 por kilo en finca. Eso lo que demuestra es la falta de conciencia por lo nuestro, la desprotección de nuestra agricultura y la falta de políticas que produzcan resultados en pro de la seguridad alimentaria del país.  Así, en Colombia no podremos salir de nuestra agricultura pauperizada.

No soy proteccionista a ultranza porque estoy convencido de los beneficios de la competencia; sin embargo en temas como la agricultura, donde las condiciones de competencia no son parejas y siempre estamos expuestos a que los estados poderosos le hagan trampa a los tratados a través de subsidios o a través de barreras no arancelarias, países como el nuestro jugamos en una cancha desnivelada. Para dar un solo ejemplo, en un reciente estudio de 2018 para Asocaña[1] se identificaron subsidios Federales en Estados Unidos para el maíz por miles de millones de dólares y una política consistente y firme de apoyo a su campo. Después, el pasado 19 de mayo[2] se anunciaron pagos directos por $16.000 millones de dólares a los agricultores afectados por la pandemia.

La agricultura colombiana tiene hoy una oportunidad de oro que nos ha traído esta pandemia del Coronavirus. Se está perdiendo el imaginario de que el ascenso social de la gente del campo está en salirse a vivir a la ciudad a ejercer un trabajo urbano. El día llegó y si nos ponemos en la tarea como debe ser, el país entenderá que con actividades rentables en el campo podremos lograr seguridad alimentaria, seguridad energética y trabajo rural formal. Así lograré convencerme de que mi papá no tenía razón y que Cicerón si la tenía.


[1] Subsidization of Ethanol in the United States prepared by Hughes Hubbard & Reed LLP, información amablemente cedida por Asocaña
[2] D.C., May 19, 2020 – U.S. Secretary of Agriculture Sonny Perdue today announced details of the Coronavirus Food Assistance Program (CFAP), which will provide up to $16 billion in direct payments to deliver relief to America’s farmers and ranchers impacted by the coronavirus pandemic. https://www.ams.usda.gov/

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Saturday, July 11, 2020

Gatos guardianes 200711

 Por Luis Fernando Jaramillo Arias

Un campesino que en su alacena
guardaba un queso de nochebuena,
oyó un ruidito ratoncillesco
por los contornos de su refresco.
Y pronto, pronto, como hombre listo
que nadie pesca de desprovisto,
trájose al gato, para que en vela
le hiciese al pillo la centinela.
E hízola el gato con tal suceso,
que ambos marcharon: —ratón y queso.

Gobiernos dignos y timoratos,
donde haya queso no mandéis gatos.

En Armenia y el Quindío nos pasa lo del poema de Rafael Pombo. Los gobernantes no firman los contratos y luego dicen, “Todo fue a mis espaldas”, la llave de la impunidad que se inventó un presidente del mismo partido del MIL.  Desafortunadamente para ellos, después de un seguimiento rápido a muchos de estos contratos firmados por delegados, se encuentra el origen de los compromisos de los gobernantes elegidos que se están cumpliendo y se ve que el trompo puchador es el funcionario a quien se le hizo la delegación.

Cuando se revisan los contratos tanto de la Gobernación del Quindío como de la Alcaldía de Armenia se encuentra una gran cantidad de personajes firmando en representación legal de las instituciones siempre amparados por decretos de descongestión administrativa que se han expedido porque parece que a los gobernantes no les queda tiempo para cuidar los bienes públicos. Los delegados firman y, si los cogen en irregularidades, aparece el inocente mandatario diciendo que seguramente se descuidó y que no controló suficientemente, sabiendo que la ley 80 es clara en manifestar que los jefes y representantes legales de las entidades estatales no están exonerados, por virtud de la delegación, de sus deberes de control y vigilancia de la actividad precontractual y contractual. Y la cadena se rompe por el más débil de los eslabones; ya salió Sandra Milena Manrique, ya salió Gabriela Valencia Vásquez, ya salió José Javier Acero Osorio, ya salió Jorge Luis Barrera Chíquiza.

Ya presiento que el alcalde Ríos y su hábil abogado defensor van a comenzar a predicar que seguramente el mandatario cometió un pecado venial descuidando un poco el control y la vigilancia, pero que la mala forma de contratación fue causada por aquel funcionario de segunda categoría que firmó el contrato. 

En ninguna organización la autoridad de primer nivel puede evadir la responsabilidad y por eso tenemos que despertar ante esta infamia preconcebida para que los funcionarios principales salgan de los problemas que les causan las veedurías y los entes de control cuándo les pillan alguna de sus artimañas. Ellos tienen que saber que la delegación se hace únicamente en personas que no traicionen la confianza o que no estén delegadas para traicionar la confianza de la ciudadanía. 

Hemos aprendido que los gatos no cuidan el queso.

Saturday, July 04, 2020

Armenia y el Quindío, Patria Boba 200704

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

En Armenia y el Quindío nos hemos acostumbrado a tres tipos de noticias. Las que hablan de corrupción, las que debaten sobre la interpretación de incisos y parágrafos y las que asumen posiciones pseudo-ecológicas para imponer ideas en contra de la economía de libre mercado. Patria Boba en toda su dimensión.

Desde que tenemos elección popular de alcaldes y gobernadores muy pocos han sabido dejar en la mente una huella positiva. A partir de 1990, todavía tenemos que recurrir a César Hoyos Salazar, “El alcalde Ciudadano” o a Álvaro Patiño Pulido “El alcalde de la Reconstrucción” cuando queremos describir en una frase la huella histórica que dejaron los elegidos. Algunos han pasado en blanco y los más con recuerdos ingratos.

Esta semana vivimos los tres tipos noticias. La primera tuvo que ver con los “elefantes blancos” que constituyen las obras del Centro Cultural y Turístico de Armenia, en la vieja estación del ferrocarril, un hueco infame que se ha convertido en el símbolo de esta vergüenza de más de cinco mil millones de pesos y las obras de la siempre mentada valorización, otra vergüenza colectiva por más de cien mil millones. Eso es lo que nos han hecho los gobernantes que hemos tenido.

La segunda noticia fue la guerra de las comas, los parágrafos y los incisos que se desató para justificar la actuación del alcalde encargado y de los concejales que han querido montar unos micos ultrajantes en el Plan de Desarrollo. Una región donde la discusión sobre el futuro se centra en darle apariencia legal a un insulto a la ciudadanía está enferma.

La tercera noticia fueron unos desatinados comentarios sobre los esfuerzos por atraer inversión a nuestra región, sin tener en cuenta que si no hay inversión, no hay trabajo ¿Quién de esos redentores ha generado empleo? ¿Por qué no han hecho ellos los emprendimientos que les reclaman a los que han venido a hacerlos? Necesitamos que se invierta y que se cumplan las leyes. El deber de nuestros gobernantes es darles la bienvenida a los inversionistas, trabajar para que se sientan bien, hacerles propicias las condiciones para la inversión y exigirles el cumplimiento estricto de nuestra normativa tanto laboral como ambiental.

Trabajar por construir el futuro es la obligación de los gobernantes ¿Dónde está, por ejemplo, la promoción a las ZESE, las zonas económicas y sociales especiales que ofrece para Armenia el Plan de Desarrollo del gobierno nacional con exenciones de impuestos para quienes generen empleo en el municipio?

Definitivamente tenemos que pedirles a nuestros gobernantes: “Trabajen vagos, salgamos de la Patria Boba”.