Trece de marzo, la gran fiesta democrática 220311
Por Luis Fernando Jaramillo Arias
Invito a mis conciudadanos a votar.
Mañana se juega la estabilidad de la democracia, la representación
de las ideas nacionales en el Senado, la de las regiones en la Cámara de
Representantes, la capacidad de participar colectivamente en la hechura y
reforma de las Leyes, en la elección de magistrados justos en las altas cortes,
de los que han de regir con rectitud los entes de control y a defender el
pueblo desde la defensoría.
Un buen Congreso logrará autoreformarse para eliminar la
pereza parlamentaria, los abusos y coimas con contratos como los que se han revelado
esta semana sobre el señor Mario Castaño, personaje indigno de portar la
dignidad congresional.
Un buen Congreso estudiará en detalle el presupuesto
nacional, exigirá el equilibrio fiscal, el control al endeudamiento y evitará
la inclusión de “micos” que conducen al malgasto, a la corrupción, a la
privatización de los recursos que deberían aplicarse para atender las
necesidades populares.
Los invito a no abstenerse y a no votar en blanco para no
dejar otros decidan por nosotros. Debemos buscar para representarnos a personas
honestas, sin los vicios de la vieja política, a hombres y mujeres con un
pasado limpio coherente con una vida ajustada a principios, sin transacciones en
lo ético, defensores de las libertades. Hay buenos candidatos que como
congresistas darán cuentas, pondrán la cara, serán sensibles a sus necesidades
y le evitarán entrar al mundo de los arrepentidos.
No botemos el voto. Si no votamos por los buenos les dejamos
a los malos la posibilidad de decidir sobre nuestro destino y el de nuestros
hijos. ¡Su cédula es el arma contra la corrupción, el instrumento para meterles
los goles y no dejar que ellos nos los metan!
0 Comments:
Post a Comment
<< Home