Saturday, March 12, 2022

Trece de marzo, la gran fiesta democrática 220311

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

Invito a mis conciudadanos a votar.

Mañana se juega la estabilidad de la democracia, la representación de las ideas nacionales en el Senado, la de las regiones en la Cámara de Representantes, la capacidad de participar colectivamente en la hechura y reforma de las Leyes, en la elección de magistrados justos en las altas cortes, de los que han de regir con rectitud los entes de control y a defender el pueblo desde la defensoría.


Mañana se consolida la posibilidad de controlar el ejecutivo que va a llegar. Si es un estadista, un hombre de libertades, el Congreso le allanará el camino para seguir trabajando como lo ha hecho el presidente Iván Duque con transparencia, con actitud y decisión ante adversidades como la pandemia, con ejecutorias como haber logrado terminar una obra que se veía fracasada en el gobierno anterior como el túnel de la Línea, con rigor en el manejo de la moneda, con relaciones internacionales como las que nos han llevado a ser hoy el principal aliado de los Estados Unidos en el hemisferio, con mano firme pero respetuosa de los derechos humanos como la que exhibió ante los criminales hechos de mayo y junio de 2021. Si llegáramos a tener un badulaque como el presidente del Perú, un buen Congreso jugará un papel erguido ante los intentos de abusar con el poder.

Un buen Congreso logrará autoreformarse para eliminar la pereza parlamentaria, los abusos y coimas con contratos como los que se han revelado esta semana sobre el señor Mario Castaño, personaje indigno de portar la dignidad congresional.

Un buen Congreso estudiará en detalle el presupuesto nacional, exigirá el equilibrio fiscal, el control al endeudamiento y evitará la inclusión de “micos” que conducen al malgasto, a la corrupción, a la privatización de los recursos que deberían aplicarse para atender las necesidades populares.

Los invito a no abstenerse y a no votar en blanco para no dejar otros decidan por nosotros. Debemos buscar para representarnos a personas honestas, sin los vicios de la vieja política, a hombres y mujeres con un pasado limpio coherente con una vida ajustada a principios, sin transacciones en lo ético, defensores de las libertades. Hay buenos candidatos que como congresistas darán cuentas, pondrán la cara, serán sensibles a sus necesidades y le evitarán entrar al mundo de los arrepentidos.

No botemos el voto. Si no votamos por los buenos les dejamos a los malos la posibilidad de decidir sobre nuestro destino y el de nuestros hijos. ¡Su cédula es el arma contra la corrupción, el instrumento para meterles los goles y no dejar que ellos nos los metan!

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