Saturday, October 23, 2021

El escarmiento que podemos dar los ciudadanos 211023

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

Hemos vivido tiempos de confusión conceptual. Con mucha frecuencia pareciera que la justicia condena a los que presumimos inocentes, absuelve a los que presumimos culpables y además los trata muy bien.

Los jueces están desacreditados pero son las propias instituciones del poder judicial las que han dado lugar a ese descrédito. ¿Un magistrado de alguna de las cortes condenado? ¿Prófugo? ¿Un fiscal anticorrupción condenado por corrupción preso en un centro de reclusión militar en lugar de estar como estaba en la cárcel Modelo en Bogotá?

¿Y Emilio Tapias condenado por el caso del cartel de la contratación en Bogotá y ahora pillado con las manos en la masa en Barranquilla pidiendo ser detenido en una guarnición militar en Malambo?

En el Quindío las sorpresas no son menores y también tratamos bien a nuestros delincuentes.

La semana que termina nos trajo dos noticias. La gobernadora durante el periodo 2012 2015, Sandra Paola Hurtado Palacio, destituida y sancionada con una inhabilidad de 11 años para el ejercicio de cargos públicos por la Procuraduría General de la Nación por incumplimiento de normas contractuales apareció en mesa principal con anturios blancos, rojos y vistoso follaje verde de honor al lado de importantes personajes del Centro Democrático con pendones del partido. Se le aplaudió y la elogiaron.

La otra, tal vez más sonada porque corresponde a un robo a toda la ciudadanía de Armenia, la libertad condicional celebrada con francachela y comilona con amigos y parientes de la exalcaldesa Luz Piedad Valencia Franco que según la contabilidad judicial pagó 3 años y 4 meses de prisión de los 6 años y 4 meses a los que había sido condenada por falsedad ideológica en documento público, peculado por apropiación, contrato sin cumplimiento de los requisitos legales e interés indebido en la celebración de contratos, una estafa a la ciudadanía por cobro de coimas a contratistas en obras contratadas por más de $111 mil millones de pesos, con un porcentaje según  documentos judiciales del 10% pagados en efectivo. Más de $11 mil millones que le costaron a Valencia 2 mil cien millones, una ganancia de $9 mil millones. Con la pena intramural purgada, la señora excalcaldesa se metió al bolsillo un “sueldito” de más de $225 millones de pesos mensuales por cuenta de los Armenios. ¿Será que por eso nos preguntamos si “ser pillo paga”?


A los ciudadanos nos quedan dos formas de dar escarmiento a los infames politiqueros que no se cansan de abusar de nosotros. La primera es no votar ni por ellos ni por sus títeres y calanchines que se presentan sin vergüenza alguna en las listas de los partidos; la segunda es la sanción social en la que se exprese el repudio por esas acciones que no son otra cosa que una sustracción directa de los recursos de la sociedad, especialmente de los más necesitados. Porque para ver verdadera justicia, nos falta rato.

Saturday, October 16, 2021

En pos de ideales 211015

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

Álvaro Uribe es un hombre. Así como suena, un hombre con virtudes, con defectos, con fortalezas, con debilidades. Un hombre que ha dedicado su vida al servicio; un hombre de familia; un hombre disciplinado; un hombre sencillo, sensible, amable, amigo de sus amigos, amante de los caballos, querendón del campo, con una inteligencia sobresaliente y una memoria envidiable, una capacidad de trabajo fuera de lo común, un líder extraordinario, una persona de objetivos claros. Un hombre que luchando por el país se exige más allá del deber, hasta la excelencia.

Ha cometido errores. Cuando se dejó convencer por los cantos de sirena de reformar la constitución para habilitarlo para su reelección inmediata; cuando confió en mandos que le reportaron como logros resultados delictuosos. Cuando ingenuamente apoyó candidaturas de sepulcros blanqueados. Esos errores le han costado un serio deterioro de la imagen que construyó en muchos años de trabajo, porque los enemigos que se granjeó en las batallas por la Patria se han dedicado a atacarlo con sevicia, con mensajes dirigidos especialmente a personas jóvenes que no vivieron los horrores de una violencia financiada por narcotráfico, sin escrúpulos, que nos condujo a un secuestro nacional. Le cobran que no les dejó apoderarse del país, que nos liberó de ese encierro de forma que pasamos de ser un Estado inviable, a uno que comenzó a crecer a tasas del orden del 6% anual y le cobran a través de una sucia estrategia de judicializarlo en muchos casos con pruebas espurias, a él y a colaboradores cercanos.

También tiene contradictores que no comparten su manera de ser, su liderazgo, su forma de actuar, sus tesis. Él los respeta y ve en ellos su derecho democrático.

Fundó Uribe el partido Centro Democrático para promover sus ideas y darle curso a su vocación de poder. Yo comparto esos valores republicanos; ¿Quién no quiere seguridad? ¿Qué país no aspira a inversión privada? ¿Quién no ve con buenos ojos el diálogo popular? ¿Quién no aprecia un país con cohesión social? ¿Quién no anhela un estado austero?

Desafortunadamente el partido ha venido perdiendo su estructura y su institucionalidad está debilitada. Los cuadros nacionales no parecen tener jurisdicción sobre las regiones en tanto que en las regiones solo algunos de los parlamentarios elegidos en 2018 gracias al arrastre del senador más votado en la historia del país, intentan hacer esfuerzos por retener los copartidarios como se tamiza agua con un colador. El partido, con la excepción de esos parlamentarios y de los que hoy figuran como precandidatos presidenciales, carece de liderazgo y arraigo regional. Nadie se declara CD o Centrodemocratista o simpatizante del Centro Democrático. La mayoría se confiesa uribista en una clara alusión a lo que se puede definir como mentalidad caudillista.

Descrito este dramático cuadro, en aras de mi compromiso con la verdad y motivado por mi agradecimiento, respeto y especial cariño por Álvaro Uribe, por María del Rosario Guerra, por Paloma Valencia, por María Fernanda Cabal, por Rafael Nieto, por Carlos Felipe Mejía, por Alejandro Corrales, por Ruby Chagüi, por Oscar Iván Zuluaga, por Daniel García, por Diego Javier Osorio y por todos los ciudadanos de a pie que localmente a nombre de la colectividad me ayudaron en la campaña a la alcaldía en 2019, quiero pedirles una reflexión sobre la verificación y firmeza del ideario, sobre los esquemas de designación, sobre la estructura institucional, sobre todo lo que se necesita para inspirarse en la búsqueda del poder.

En el Quindío no podemos agregar mucho a la descripción. Tenemos como representante a la Cámara un gran señor, trabajador y cumplidor de su deber, jefe del partido en la región pero sin interés en ejercer como tal. Parece preferir la academia, la práctica en el recinto legislativo, las buenas maneras en el trato con las personas pero lejos del perfil de líder que ha caracterizado a Uribe. Unos pocos quijotes en un comité departamental elegido a dedo porque no se ha podido de otra manera y una entusiasta y dedicada señora son el remedo de la institucionalidad del partido en la región.

Se observan divisiones, la orfandad por el líder Fabio Olmedo Palacio, la desazón de muchos, transfuguismo en no pocos, transacciones con el poder local en otros, apatía en numerosas mentes. Afortunadamente hay algunas iniciativas de reconstrucción no exentas de conatos de rebeldía.

Es hora de pensar en el ideal de recuperar una política sana que propugne por el bienestar colectivo, es hora de acabar la corrupción, es la hora de llamar a Diego Javier y al Comité departamental a conectar con la juventud, a recoger los deseosos de ayudar al partido, a insistir en armar de nuevo esa gloriosa colectividad que ha orientado las decisiones populares en los últimos veinte años, a innovar en los nombres, a promover los nuevos liderazgos, a incorporar en los programas la consideración a los tiempos que corren, a adaptar las acciones a los llamados del medio ambiente, a la aplicación renovada de los principios partidistas. Ustedes tienen juventud suficiente para no ser inferiores a su tiempo como Álvaro Uribe, ya en el final de su carrera, se irguió desde los años 90 en un territorio donde cundía la desesperanza y logró remontar y permanecer durante muchos días en un índice de popularidad no igualado por cualquier otro en la historia del país.

Es la hora de esos ideales y el Quindío es una región fértil para trabajar por ellos.

Saturday, October 09, 2021

Votar bien o botar el voto. La decisión para no arrepentirse 221009 211009

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

Pachito amaneció con ideas: Llamemos a los jóvenes a la rebeldía contra la vieja manera de hacer política. Que no acepten la esclavitud de los contratos de migajas, las calcomanías obligadas en los carros, el proselitismo por quienes saben que van a aprovechar el cargo en beneficio propio. Que hagan política con ideas porque si no, van a entrar al mundo de los electores arrepentidos. Que no boten el voto.

Eso no se puede porque aquí la política es de estómago, replicó Lucho; lo mejor que se consigue son contratos a dos meses con el gobierno. Hay que trabajar la política y eso es apoyar a uno de los candidatos que empiece a sonar, esperar a que salga la lista oficial y, si no sale, buscar a otro para ponerse a la orden, ayudarle en la campaña para que me de una pega en cualquier entidad. No se necesita mayor cosa, solamente votar y demostrar que se llevaron al menos cinco amigos o parientes a votar para que si sale elegido pueda cobrar con contratos, con puestos o con participaciones en el presupuesto. Eso lo sabe todo el mundo y parece que el negocio es muy rentable porque muchos de los que han pasado por el congreso o por alguna alcaldía, y todos esos que patrocinan con dinero en efectivo están llenos de billete.

Pero existe un control que se llama cuentas claras, recordó Diógenes. Parece que es muy estricto. No sea inocente, la plata circula en efectivo.

¿No hablábamos de la lista de un partido, Lucho?  La lista es lo de menos, se cambian de partido como cambiarse de camiseta.

Pachito reflexionó: Esto de los partidos en Colombia es toda una farsa. Muchos funcionan como vendedores de avales; ¿No se acuerdan que José Manuel Ríos apareció en 2019 de un momento a otro en el partido MAIS? Antes había sido candidato a la cámara por el partido liberal, del movimiento cívico – social “Unidos por la Confianza”, por el partido de la U como candidato a la alcaldía en 2015 también con el apoyo de Cambio Radical. Mejor dicho, ha coqueteado con todos.

Tanto el alcalde como el gobernador tienen candidato y hay otros nombres en circulación para el congreso, casi todos con antecedentes en las administraciones que nos han llevado al robo de valorización, al chance ilegal, al microtráfico, a las canchas convertidas en escombreras, a los trancones, al desorden, al desaseo, a la indisciplina y a los gobiernos torcidos.

Diógenes muy serio apuntó: Ojalá la gente joven tome conciencia de la importancia de votar bien para que no les vaya a pasar lo que nos viene pasando hace casi 30 años. Frustraciones y desengaños con la mayoría de los que hemos elegido.

Somos una generación de arrepentidos porque en lugar de votar bien hemos botado nuestros votos.

Saturday, October 02, 2021

¡A cumplir! 211002

Por Luis Fernando Jaramillo Arias

La mesa servida, los cafés humeando, el ambiente movido. Pachito insistía: Los cafeteros no tienen por qué entregar el café que vendieron a futuro a $80, $90 o $100 mil pesos. Hoy se está vendiendo la arroba a $189.000 y no es justo que se pierda esa diferencia. Los señores de Dignidad Cafetera están invitando a que no se cumplan estos negocios, hechos por culpa de la Federación. ¿Por culpa de quién? Preguntó Lucho. Las cooperativas ofrecieron el negocio el año pasado dizque para asegurar los precios y mire lo que está pasando: Se aseguraron los precios bajos, contestó Pachito y por eso yo digo: “Para el mamón no hay ley”

Diógenes los observaba con atención y lanzó su discurso. No se equivoque Pachito; los negocios son para cumplirlos. Le aseguro que si el precio internacional diera para que la liquidación fuera de $70 mil pesos, habría colas entregando el café. Los colombianos nos hemos estado acostumbrando a amnistías, a perdón a deudores, a incumplimiento en los pagos y todos tan tranquilos. La moda es echarle la culpa a otro y justificar las acciones propias.

Recuerde mi querido Pachito que si no existe confianza, si la palabra no se cumple, si la sociedad se compone de mentirosos, nadie va a confiar en nadie, no se van a poder hacer negocios, no vamos a poder salir adelante. ¡Cumplir la palabra merece darse la pela!

Ayer decía mi amigo Fabián Torres el de Café Morelia, un hombre luchador y cumplidor: “Fuimos nosotros mismos quienes hicimos la venta, nadie nos obligó; la responsabilidad no es de la Federación”.

La lógica del secuestrador es amenazar la familia del secuestrado, mandar notas infames y decirles que la vida de su ser querido, en manos de esos bandidos, depende del cumplimiento de sus exigencias; que si algo le pasa es por culpa de quienes lo están esperando en el hogar. Cambiar la lógica de las cosas, prometer lo que no se puede cumplir, creer populismo barato, echarle la culpa al otro, son las trampas en las que no podemos caer, sentenció Diógenes.

Y terminó diciendo: Si tiene la tentación de no cumplir, no caiga en ella, Pacho. Si da su palabra, cumpla para que la gente lo respete. 

Pachito contestó en voz baja: La vida y los amigos enseñan todos los días, gracias Diógenes.