Al fin qué; ¿Candidato o no? 230225
Por Luis Fernando Jaramillo Arias
Desde que
aparecí repentinamente en la política a causa de la insinuación de mis amigos
Javier Baena y Diego Arango para participar en las elecciones por la alcaldía
de Armenia en 2019, sigo recibiendo esta pregunta con mucha frecuencia. Me la
hacen porque la política es uno de los platos favoritos en este Quindío que se
me parece a la Boyacá que conocí desde el siglo pasado cantando el bambuco de
Héctor J. Vargas en el que[1]
se dice “sin hablar mucho marco la pauta si de elecciones siempre se trata” y
al final reza “…lucho incansable contra el gobierno, que en su provecho el
fisco gasta, y cuando triunfo tan sólo pido, una curul en la burocracia”. Nada
cambia bajo este cielo.
Quisiera
corresponderle a la vida con acciones para que todos los quindianos vivan como
yo he podido vivir, luchando, esforzándome, trabajando, educando descendencia,
ahorrando para el futuro, sin que nada falte en nuestra mesa. Vivo satisfecho
con una labor que me permite saber que, a través del ejemplo y del mensaje
sobre los principios básicos de Verdad, Justicia, Libertad y Trabajo, se puede
ser exitoso y feliz, con la sensación de haber cumplido y pienso seguir
haciéndolo por mi país, por mi región, por mi gente y por mi familia. Adoro mi
tierra, sueño con verla superando las dificultades, próspera, con oportunidades
para sus gentes, proba, culta, igual de amable a como es hoy.
Un paso
previo para prestar ese servicio fue concretar un sueño que me ha acompañado
desde hace años. Formalizar una propuesta a las fuerzas vivas de la región para
trabajar por ella y concretar la constitución de un movimiento cívico y
multipartidista que busque el poder regional y se proponga redimir la política
de las costumbres malsanas que nos han aquejado desde hace casi 30 años y que
han convertido el servicio público en un ejercicio al servicio de intereses
particulares. En el mismo marco, conformar un centro de pensamiento para
discutir los problemas y proponer soluciones serias que atiendan las
necesidades regionales y las aspiraciones de la comunidad. Fundamos PLURAL que
además tiene la misión de llamar a que las fuerzas sociales le pierdan el miedo
a promover y participar en la verdadera política para que apoyemos líderes que
surjan en esa campaña por el poder local, comprometidos con unos principios
irrenunciables que aseguren un rígido rechazo a cualquier manifestación de
corrupción.
Para
contestar la pregunta con claridad, tengo la decisión de ser precandidato a
las elecciones por la alcaldía de Armenia en octubre de 2023, pero tengo
que hablarle sin rodeos a mis coterráneos. Necesito cumplir tres requisitos
para materializar esa disposición.
1. La familia: Para avanzar en esa
empresa he pedido la compañía irreemplazable de Luz María y de los integrantes
de mi tribu, Carmenza, Pablo, Antonia y Federico tal como me apoyaron cuando me
lancé a la contienda de 2019 en la que aportaron entusiasmo y trabajo sin
aspirar a ser empleados de la alcaldía. Ellos piensan que mi edad es
conocimiento, es experiencia, es tranquilidad económica y que puedo dejar un
legado para mi municipio así como lo pude hacer en la empresa privada en la que
dejé una buena gestión y un buen nombre, pero me piden considerar que soy un
hombre de 70 años cumplidos que debe pensar este paso como seguramente lo
tuvieron que pensar Joe Biden, Lulla da Silva o Donald Trump para quienes la
decisión tampoco debió ser fácil.
2. La legitimidad: Surgir de un
autolanzamiento no me parece prudente porque hay muchos otros con aspiraciones
legítimas que también tienen calidades y capacidades que los acreditan para
trabajar por nuestra ciudad. Tenemos que diseñar un mecanismo de selección
porque ellos y yo sabemos que se necesita un solo frente, un grupo unido que
pueda derrotar lo que eufemísticamente llaman “una estructura” que no es otra
cosa que una caterva de facinerosos que saquea los recursos públicos, los
privatiza y los utiliza para esclavizar una clientela inocente que se tiene que
plegar a sus exigencias de aportar un número de votos conseguidos entre
familiares y amigos, destinados a elegir a uno de sus esbirros, el que llamamos
“el candidato del edificio”. Y para colmo de males, en Armenia tenemos más de
un edificio.
3. La financiación: Este es un aspecto
que muchos ignoran o quieren ignorar. Pocos se preguntan de dónde saldrá el
recurso para financiar una campaña no solamente para conseguir el triunfo en la
alcaldía sino también para apoyar al equipo que se responsabilizará por el
trabajo en el Concejo Municipal, en las Juntas Administradoras Locales (JAL) y
en las Juntas de Acción Comunal porque para producir un verdadero cambio “una
golondrina no hace verano”. El omitir este elemento es lo que ha permitido que
aparezcan los “candidatos de los edificios”, los candidatos de quienes
gobiernan, y que se desarrollen “las estructuras”, esas siniestras empresas de
financiadores de campaña que siempre están listos a aprovechar la ingenuidad o
la ambición de las personas que se lanzan a las contiendas electorales. Desde
el principio o al promediar el tiempo de campaña de algunos que logran iniciar
sin compromisos cuando la inercia no les permite detenerse, muchos caen en las
garras de estos “empresarios”. La historia se repite y se repite hasta tal
punto que la ciudadanía siente que ya nada se puede cambiar. Por eso, una
condición importante para salvaguardar los candidatos de tener que endeudarse o
venderle el alma al diablo es juntar los recursos para la financiación de las
campañas con aportes de muchos. Ese logro, administrado por un fiduciario
independiente, permitirá que la acción esté libre de compromisos y a mí no me
empujará a poner en riesgo el patrimonio de mis años mayores.
Las personas que no puedan contribuir con recursos económicos
podrán hacerlo en tiempo, difusión, en apoyos legales, en especie o en
cualquier otro tipo de aportes porque aquí de lo que se trata es de jugar a la
pirinola de seis caras marcadas con la misma inscripción: “TODOS PONEMOS”.
En resumen, soy precandidato a las elecciones por la alcaldía de Armenia en octubre de 2023 y seré candidato si consigo la legitimidad representada en el aval de mi partido, por lo menos tres partidos más y de personas sin partido como las que me ayudaron en la pasada contienda y de muchos Armenios más. Simultáneamente, si las consideraciones de mi familia se dan en positivo y si logramos que la ciudadanía haga aportes suficientes para adelantar una campaña austera pero digna y triunfadora. Armenia es el propósito supremo.
[1] La
fecha de composición del bambuco "Soy boyacense de pura raza" no está
claramente establecida, pero según algunas fuentes, se estima que fue escrita a
principios de la década de 1960. El autor y el compositor es Héctor J. Vargas, reconocido
como uno de los compositores más importantes de música andina en Colombia.