¿Qué está haciendo usted por Armenia? 210830
Por Luis Fernando Jaramillo Arias
Preguntarse qué se está haciendo por la sociedad donde se
vive o se nació es un ejercicio que debemos hacer de tanto en tanto para promover
“un proyecto sugestivo de vida en común”[1]
que se puede aplicar también a cualquiera de los componentes de la sociedad iniciando
por el núcleo básico que constituye la familia hasta llegar a lo que se denomina
“nación”.
Mi contribución tiene como marco de referencia sostener que el mercado libre con fines de lucro es un sistema mejor que el socialismo que supuestamente se basa en el altruismo, pero genera egoísmo y corrupción por la hipertrofia estatal; como el Estado no produce riqueza se debe organizar para asegurar el cumplimiento de la ley, limitar los abusos y proteger las libertades entre ellas la de producir.
Considero que lo justo es que a más esfuerzo más
remuneración y mayor reconocimiento. Creo en la juventud que lucha por sí misma
y progresa en libertad sin que critique que los padres apoyen a sus hijos con
los recursos de los que puedan disponer. Les dimos a los nuestros raíces y
alas, las primeras para que sintieran la patria, la familia, las tradiciones,
la literatura, los motivos para sentirse orgullosos; las segundas para que
volaran por sí mismos lo más alto posible.
Pienso que la principal obligación del gobierno es generar
equidad a través de dos cosas: La primera, garantizar una educación al alcance de todos, de la mejor
calidad con el fin de igualar el partidor y permitir que los más trabajadores y
talentosos produzcan, en lucha de juego limpio, una desigualdad a su favor. La segunda asegurar un servicio digno de salud para toda la población.
Cumplo mis deberes antes de reclamar mis derechos porque
estoy consciente de que “de donde se saca y no se echa se acaba la cosecha”.
Se decir gracias, busco tener buenas relaciones con las
personas, practico mis deberes cívicos, promuevo la Justicia, respeto a los otros, oigo con atención al que me quiera decir algo y me alegro por los triunfos de los demás.
Me encanta servir, disfruto el trabajo duro, mi familia, mis amigos, la naturaleza, la música, el justo medio y las buenas intenciones. Es mi estrategia para ser feliz y al tiempo cumplir mis deberes con la comunidad.
Como no soy ciego, veo que la historia ha comprobado que las sociedades que están organizadas en verdadera democracia con separación de poderes, donde la libertad se respeta, son las que ofrecen mejores niveles de vida para sus ciudadanos y observo las multitudes de migrantes que buscan refugiarse en esos países abandonando los de ideas colectivistas que cercenan las libertades.
Esta es mi respuesta mi querido Cesáreo: En ese marco,
propongo cosas por Armenia, convoco, agito ideas, me comporto consistentemente y
actúo en mi condición de persona del común para buscar,
como lo hacen muchos de ustedes los periodistas y otros formadores de opinión, ese proyecto colectivo de vida y
procuro hacerlo sugestivo en la comunicación, sin escándalo.
Le sugiero que promueva esta reflexión con mucha frecuencia y en todas sus audiencias.
[1] La
frase original que define nación como “un proyecto sugestivo de vida en común”
es de José Ortega y Gasset