Sunday, April 14, 2024

¡Lo tenemos pillado!

 


Durante el 2024 se han agitado Colombia y otros países que también eligieron gobiernos con tendencia de izquierda extrema que ahora se denominan “progresistas”, como si los demás fuéramos palos en la rueda del progreso.

Los mandatarios de esa extrema que ganaron las elecciones en estos países están aplicando una estrategia coordinada, con un libreto uniforme y a largo plazo. Son diestros en montar polémicas altisonantes usando las redes sociales para crear ruidos distractores, acudiendo a procedimientos que traspasan los límites del ordenamiento constitucional que juraron cumplir. Así lo ha hecho Venezuela inhabilitando a Corina Machado; Pedro Sánchez en España que acordó una amnistía ilegal con los separatistas. Petro ejecuta maniobras políticas, tomas de empresas a través de acciones administrativas arbitrarias y permanentemente se inventa mentiras y escándalos que lesionan la democracia Colombiana.

Con tantos sucesos que se desgranan a diario nos quieren adormecer, socavando las instituciones y acabando con el equilibrio entre el ejecutivo y las otras ramas del poder público. Su misión es debilitar el Estado de Derecho y favorecer un control político que limite la capacidad de respuesta de la sociedad civil. Sus tácticas incluyen el manejo del gasto público con billones de pesos entregados a la pereza y a los violentos, en subsidios que ahora denominan “gasto social”. Ya no nombra personas idóneas para desempeñar sus cargos porque privilegia la alineación ideológica de los funcionarios que le gustan serviles sin ánimo de contradecirle. Utiliza un látigo con el poder de regulación del gobierno para menguar la autonomía del sector privado. Cada minuto hay noticias sobre propuestas y arbitrariedades en el sistema de salud, el de educación, el de pensiones, en la policía, contradiciendo sus afirmaciones, promesas y juramentos en los que afirmaba que no promovería su reelección, que acataría la constitución, que respetaría la propiedad privada o que no convocaría una asamblea nacional constituyente.

La estrategia coordinada por esa izquierda glotona de poder tiene como propósito de fondo hacerle un raponazo a las elecciones en todos los países para consolidarse a través de múltiples maniobras y, en el caso Petro, el primer objetivo es atornillarse en 2026 para acabar con la democracia, las libertades y la estabilidad del país.

Los ciudadanos estamos en la obligación de estar vigilantes, de no dejarnos distraer en la defensa de los principios constitucionales y democráticos, y de actuar con todos los elementos a nuestro alcance, so pena de quedar esclavizados por un régimen estilo Maduro, o estilo Noriega, estilo Castro o al estilo Kim Jong-un el heredero de la dictadura de Corea del Norte. No nos faltaría sino tener al mañoso de Nicolás Petro como presidente heredero en un futuro cercano.

Lo tenemos pillado señor Petro y no vamos a caer en su trampa.