El aguacate: Nuevo chivo expiatorio 210911
Por Luis Fernando Jaramillo Arias
Diógenes comentó: Me tiene aterrado el titular que sacó esta
semana el Quindiano: “Director de la CRQ espera tener los estudios de rigor
para tomar medidas contra los cultivos de aguacate en el Quindío” A primera
vista, en el departamento vamos a declarar al aguacate “persona non grata”.
Pues claro, respondió Pachito. El aguacate está acabando con
el agua y está haciendo carreteras en la montaña. ¡La CRQ tiene que actuar!
No se equivoque Pachito, le corrigió Diógenes; ¿Usted leyó
el artículo completo? ¡Que va! Dijo Pacho, con el titular es suficiente. Es
necesario que tomen medidas contra ese cultivo.
Si usted lo lee en detalle, el director de la Corporación
Autónoma Regional del Quindío José Manuel Cortés Orozco dice que están
esperando tener fundamento técnico para actuar en los casos de contravenciones
a las normas ambientales, pero que ni se pueden satanizar los cultivos ni se
puede actuar sin soporte. Su análisis es muy juicioso.
¡Pero son siembras masivas! Apuntó Pachito. ¿Le parece mucho
5.300 hectáreas de aguacate Hass? ¿Sabe cuántas hay en café? Más de 20.000, y
nosotros estamos orgullosos de esa actividad y del paisaje cultural cafetero
que las rodea, indicó Diógenes. ¿Qué hubiéramos hecho sin las carreteras, la
electricidad y hasta la telefonía que instaló el Comité de Cafeteros en la
segunda mitad del siglo 20?
Y agregó, los ecolomiopes nos están llenando de mentiras
haciéndonos creer que los cultivos de aguacate Hass son malos. Lo que sí hay
son malos cultivadores que cuando atentan contra el medio ambiente se deben
sancionar con rigor, sea en aguacate, en café o en cualquier otro cultivo. Pero
hay que saber que casi todos estos empresarios del campo son respetuosos y cumplen
las normas. Para controlar eso está la CRQ para lograr que, de la mano de los
verdaderos ecologistas, haya desarrollo en alianza con la naturaleza.
ponar las carreteras que cruzan la Cordillera y eliminar el túnel recién inaugurado porque están en la Zona de Reserva Forestal Central, que comprende 15 kilómetros en línea recta hacia los lados oriental y occidental de la parte alta de la Cordillera Central.
[1]
Ley 2 del 17 de enero de 1959 sobre Economía Forestal de la Nación y
Conservación de Recursos Naturales Renovables para la protección de los suelos,
las aguas y la vida silvestre. Esta ley creó la Zona de Reserva Forestal
Central, comprendida en un área limitada a 15 kilómetros hacia los lados
oriental y occidental del divorcio de aguas de la Cordillera Central, desde
Cerro Bordoncillo, aproximadamente a 20 kilómetros al oriente de Pasto, hasta
el Cerro de los Prados al Norte de Sonsón. La franja que esta ley prescribe
representa el 52% de área del departamento del Quindío.